Hablar de “desarrollo sustentable” para las empresas implica, sin duda alguna, factores intrínsecos que juegan un papel fundamental en la materia, como el medio ambiente, la economía y las personas.  Estos elementos deben jugar en conjunto al momento de implementar buenas prácticas empresariales que aporten al desarrollo del país, tanto de forma interna como externa.

Para poner en práctica esta iniciativa es necesario que las empresas alineen sus valores corporativos con este ideal de sustentabilidad, a fin de que toda la organización se identifique con las acciones definidas y aporten a la mejora del medio ambiente. Algunos ejemplos son:

• Desarrollar políticas de sostenibilidad: Las empresas deben evaluar el impacto negativo que su actividad podría causar a nivel económico, social y ambiental, y de esta forma definir planes para aminorar o reparar los daños ocasionados.
• Ahorrar agua y energía: Aquellas empresas que deseen tener una gestión sustentable, deben hacer uso de energía proveniente de fuentes renovables, así como reutilizar las aguas para sus procesos productivos.
• Fomentar políticas de reciclaje: La reutilización y el buen uso de los recursos necesarios para la gestión empresarial debe ser una dinámica que se incentive día a día en las organizaciones.

Iniciativas de este tipo, que pueden ser desarrolladas propiamente por las empresas o tercerizadas por otras que se dediquen al rubro, es un gran aporte para el futuro de todos. ¡Cuidemos nuestro planeta!