Recientemente el Congreso de Chile aprobó y publicó la Ley de Cambio Climático (la que venía siendo discutida desde 2020), con lo que pasamos a ser el primer país en vías de desarrollo en contar con una de normativa de este tipo, convirtiéndonos en pioneros en América Latina.
Este proyecto, que será revisado cada cinco años, fija la meta de carbono neutralidad para Chile al año 2050 y permite establecer políticas de Estado que puedan hacer frente a los desafíos que impone el cambio climático, a fin de que la temperatura no aumente más de 1,5°C al final de este siglo. Sin embargo, para seguir avanzando, se espera aún que la Ley sea promulgada por el Ejecutivo para su entrada en vigencia.
No obstante, además de la meta de carbono neutralidad establecida, la Ley Marco de Cambio Climático promueve otros instrumentos de gestión, como una Estrategia Climática de Largo Plazo que define un presupuesto de carbono para sectores específicos de la economía, indicando cuál es el límite máximo que puede emitir cada uno de ellos -y qué hacer para lograrlo- a fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) al año 2030 y 2050, entre otros aspectos.
Así, la Estrategia Climática de Largo Plazo busca que todos los territorios y sectores de la economía incorporen el cambio climático en su gestión y planificación a mediano y largo plazo, y, en este sentido, en Hidronor somos partícipes del alcance de esta meta con la producción de energía limpia a partir del biogás y la generación de combustibles alternativos en base a poder calorífico.
En detalle, apoyamos con la inyección de energía a la red pública para el abastecimiento de, al menos, 700 casas en Chile, extrayendo el biogás generado en nuestro relleno sanitario de Copiulemu, el cual antiguamente se incineraba mediante antorchas, pero pensando en cómo aportar a la economía circular del país hoy lo tratamos y utilizamos como fuente de energía para producir electricidad que entregamos a la red pública.
Asimismo, valorizamos residuos líquidos con alto poder calorífico para transformarlos en combustible alternativo a través del coprocesamiento, el que luego comercializamos directamente con la industria cementera, la cual lo utiliza en sus hornos en reemplazo de combustibles fósiles cuya quema produce gases de efecto invernadero.
Con nuestros procesos, en Hidronor aportamos a la economía circular y sustentabilidad del Chile, y somos parte de la nueva generación industrial que ayudará a que juntos alcancemos las metas establecidas por la Ley de Cambio Climático.
Fuente: País Circular