El arsénico es un elemento químico que se encuentra de forma libre en la naturaleza, ya sea en minerales o metales, o liberado a través de diversos procesos como la erosión o la erupción de volcanes.
Está catalogado como un agente carcinogénico que ocasiona múltiples efectos negativos sobre la salud humana a corto y largo plazo, aunque pese a su alta toxicidad puede consumirse diariamente sin causar daños al organismo con un máximo de 12 a 15 microgramos en una dieta diaria de carnes, pescados, vegetales y cereales.
Hasta hace poco no se encontraba regulado en Chile, pero recientemente esto cambió. El Ministerio del Medio Ambiente presentó el anteproyecto de “Norma Primaria de Calidad del Aire para Arsénico”, dando así inicio al proceso de participación ciudadana que se extenderá hasta el 13 de julio y que busca fijar un máximo de presencia de este elemento como concentración anual, lo que beneficiará a varias ciudades del país.
Esta normativa propone un límite de concentración de arsénico en el aire de 23 nanogramos por metro cúbico (ng/m3), en línea con las recomendaciones de la agencia medioambiental de Estados Unidos (EPA). Para calcular la superación de la norma se considerará un promedio de la concentración anual de tres años sucesivos.
En caso de estar cerca de superar la norma o al constatar que fue sobrepasada, se debe declarar la zona como latente o saturada, con lo que se da inicio a la elaboración de un Plan de Prevención y/o Descontaminación Atmosférica para el arsénico.
La buena noticia es que este elemento puede ser tratado por empresas especialistas en la gestión y tratamiento de residuos peligrosos, como Hidronor. Gracias a nuestra labor en pro del medio ambiente aminoramos el impacto de este tipo de residuos en el ecosistema, generando un gran aporte a la sustentabilidad del país.