En 2002 la región de Coquimbo logró un 94% de generación con fuentes renovables, lo que consolida a esta región como una de las zonas más sustentables del país en términos energéticos, alineándose con los objetivos planteados en la Agenda de Energía, las metas de descarbonización de la matriz y la carbono-neutralidad al año 2050.
Siguiendo con esta tendencia, este 2023 se perfila como un año clave en cuanto a la nueva capacidad de generación renovable que se incorporará desde esta región al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), de acuerdo con las estimaciones y proyecciones de los desarrolladores de proyectos, con una inversión de US$377 millones.
Esta realidad se extiende a todo el país y da cuenta de la creciente incorporación de las fuentes ERNC a la matriz energética, escenario que se complementa con el cumplimiento de las metas trazadas a nivel nacional con respecto a fomentar el desarrollo de este tipo de energías para así dejar atrás la generación convencional a carbón.
Sin embargo, y a pesar de que esta industria es un gran aporte en términos de sustentabilidad ambiental para Chile, la misma no escapa de la realidad de generar residuos industriales peligrosos durante el proceso productivo, lo que implica que deba actuar de forma responsable conforme a la ley vigente implementando una correcta gestión y tratamiento de los residuos industriales que genera.
Para hacer frente a esta necesidad en Hidronor nos hemos posicionado como un socio ambiental estratégico que presta servicio para la gestión, tratamiento y disposición segura de residuos industriales peligrosos y no peligrosos, además de reciclaje y revalorización de residuos, entre otros.
En detalle, extraemos el máximo beneficio de cada residuo a través de la revalorización de algunos de ellos, como los aceites residuales que generan estas plantas para producir combustible alternativo que luego es utilizado por otras industrias (como las cementeras), y las baterías utilizadas que sirven para fabricar nuevas unidades o, en su defecto, se reutilizan sus materiales como materia prima para otros procesos, reinsertándolas nuevamente en la cadena productiva y de consumo.
No obstante, también contamos con la capacidad de reciclar paneles fotovoltaicos y la capacidad y experiencia necesaria para hacer limpiezas industriales a los envases utilizados en los procesos productivos con el fin de que éstos puedan ser reusados hasta seis veces antes de ser dispuestos de forma segura, lo que aporta a la disminución del material que finalmente termina en depósitos de seguridad.