Un suelo se considera contaminado cuando sus características físicas y químicas han sido alteradas negativamente por la presencia de elementos químicos peligrosos procedentes de la actividad humana, lo que implica un riesgo inaceptable para la salud humana y el medio ambiente.

En el caso de Chile (por nuestras actividades económicas) los principales causantes de la contaminación de suelos son la erosión, la salinización, y las actividades agrícolas, industriales y la urbanización. También representan amenazas al suelo la pérdida de materia orgánica, la compactación, la reducción de biodiversidad, así como las inundaciones, la remoción de masa y la reconversión (cambios en el uso del suelo).

Para cuidar nuestros suelos y evitar que sean dañados, las normativas de nuestro país (como el Decreto 43 que regula el almacenamiento de sustancias peligrosas) exigen disponer y almacenar correctamente los residuos, productos y sustancias contaminantes, instalar sistemas de detección de fugas en tanques y depósitos; no almacenar residuos al aire libre y tener mucho cuidado con abonos, productos fitosanitarios y materia orgánica proveniente de las explotaciones en zonas agrícola, entre otras acciones.

En pro de este objetivo, en Hidronor velamos por la correcta gestión de residuos industriales y peligrosos mediante nuestro servicio de remediación y el saneamiento de terrenos contaminados, además del correcto almacenamiento y disposición final de productos y residuos peligrosos buscando recobrar con ello el equilibrio de los ecosistemas y construir un mundo más sostenible.

¡Tomemos conciencia, cuidemos nuestro medio ambiente!