Se considera residuo o desecho tóxico peligroso a aquellos elementos que resultan de ciertas actividades (generalmente industriales) y que contienen una o varias sustancias peligrosas, que, de no ser tratadas correctamente, ocasionan múltiples daños al ecosistema, ya que, por sus características químicas, tardan varios años en biodegradarse y desaparecer.

El esparcimiento y deposición de residuos o desechos tóxicos peligrosos en el medio ambiente contaminan las aguas, suelos, aire, flora y la fauna; y los efectos de este daño llegan directamente a los seres vivos a través de alimentación o exposición directa e indirecta a estos elementos. Además, globalmente los desechos tóxicos son responsables de la pérdida de una parte de la capa de ozono, el incremento del efecto invernadero, pérdida de la biodiversidad, entre otros efectos negativos.

En Chile, el Decreto Supremo 148 “reglamento sanitario sobre manejo de residuos peligrosos”, regula el control y manejo de desechos o residuos peligrosos y/o tóxicos emitidos por las empresas y las obligan a hacerse cargo, responsablemente, de los daños que estas puedan ocasionar al medio ambiente y la salud humana. Dependiendo del tamaño de cada una, pueden o no contar con un equipo propio para hacerlo. En caso de no poder abarcar esta actividad, deben tercerizar este servicio con empresas dedicadas a la gestión y tratamiento de residuos industriales peligrosos y no peligrosos, como Hidronor.

Para mayor información, te invitamos a conocer las normativas vigentes en nuestro país: https://www.hidronor.cl/normativas-ambientales/