El último informe sobre el Estado del Medio Ambiente en Chile reportó que -al 2020- existían 3.360 sitios (activos y pasivos) con potencial presencia de contaminantes, de los cuales un 30% es producto de la actividad minera. De hecho, la superficie contaminada más extensa de nuestro país está ubicada en la región de Antofagasta y Atacama como consecuencia de las faenas mineras.

También llama mucho la atención que, aunque desde el 2009 Chile avanza en el desarrollo de normativas que regulen el tratamiento y disposición de terrenos contaminados, a la fecha aún no disponemos de una legislación específica en la materia y tampoco para suelos, siendo el único país de la OCDE que no la tiene.

Pese a esta realidad, como compañía estamos presente en la industria nacional con servicios que aportan al saneamiento ambiental desde hace más de 25 años, destacando, entre otros, la remediación y saneamiento de terrenos contaminados, con lo que aportamos a combatir el cambio climático.

Nuestro objetivo es aportar valor para disminuir los principales impactos de la actividad industrial provocado por la dispersión, derrame o traslado de sustancias peligrosas que finalmente se acumulan en los suelos de las instalaciones industriales, generando así diversas enfermedades para los seres humanos y también efectos negativos para el medio ambiente.

Contamos con un equipo altamente especializado para realizar trabajos de muestreo, análisis, remoción, tratamiento y/o recuperación de las zonas contaminadas. “Antes y durante el proceso efectuamos rigurosos controles analíticos que nos permiten determinar la peligrosidad y principales contaminantes presentes en cada terreno, para posteriormente aplicar el tratamiento más adecuado y asegurar la descontaminación del mismo”, destaca Gonzalo Velásquez, gerente de Medio Ambiente de Hidronor.

Como resultado de nuestro servicio, el lugar queda en óptimas condiciones para diversos usos industriales, agrícolas, turísticos, habitacionales, entre otros, evitando de esta manera que afecte el entorno natural y humano.

En cuanto a la gestión de relaves, tratamos éstos como residuos para que “dejen de generar potenciales riesgos a la población y al medio ambiente, asegurando su estabilidad física y química”, agrega Pablo Seguel, Ingeniero especialista en Desarrollo de Servicios para la Zona Norte de Hidronor.

En concreto, movilizamos los residuos contaminados hasta nuestras instalaciones en Antofagasta, donde los estabilizamos y posteriormente trasladamos a nuestro depósito de seguridad que cuenta con impermeabilización basal para un confinamiento seguro.

De esta manera, en Hidronor somos un player fundamental para aportar a la remediación ambiental del país, contribuyendo con acciones concretas al cuidado del medio ambiente.