De acuerdo a su definición, las sustancias corrosivas son aquellas que pueden destruir o dañar irreversiblemente otra superficies o sustancias con las cuales entran en contacto. Son consideradas especialmente peligrosas para los seres vivos, los que podrían verse afectados de diferentes maneras, ya sea través de quemaduras cutáneas, inhalación por los gases que inhalan o intoxicación.
Conocer cómo manejar correctamente estos residuos es fundamental para evitar daños colaterales que puedan significar peligro no solo para las personas, sino también para el medio ambiente.
En este sentido, el Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (RETC) del Ministerio del Medio Ambiente (MMA) estima que a nivel nacional se generan anualmente más de un millón de toneladas de residuos peligrosos –entre los que se encuentran los residuos corrosivos–, los que principalmente se hallan en zonas cercanas a la minería y las áreas industriales.
Para normar su correcta manipulación, Chile exige el cumplimiento del Decreto Supremo 148/03, el cual establece los procedimientos analíticos para la identificación y clasificación de los residuos peligrosos y los estándares para su almacenamiento, transporte, reutilización y reciclaje, incineración y disposición final. Así, la industria asegura una gestión responsable de residuos corrosivos sin consecuencias negativas.
Le invitamos a conocer todo el detalle de esta normativa aquí.
¡Manejemos los residuos peligrosos de manera responsable!