Alcanzar una minería cada vez más verde y sostenible es el objetivo nacional que, junto a otros proyectos, como la carbono neutralidad, han tomado protagonismo en el panorama industrial chileno. Así, los distintos organismos, como el Sernageomin, la SMA y la DGA, han desarrollado múltiples iniciativas en materia de fiscalización para asegurar un correcto manejo y tratamiento de residuos asociados a la minería, teniendo un último avance en enero de este año con la nueva “Instrucción general para la vigilancia ambiental del componente agua en relación a depósitos de relaves”.
Esta normativa establece que, hasta este 28 de julio 2022, las empresas mineras que no hayan comenzado con su plan de cierre de relaves menores a 100 millones de toneladas, deberán inscribirlos. Esto con el fin de establecer un estándar de monitoreo común a nivel nacional con énfasis en el componente “agua” para vigilar la estabilidad física y química de las instalaciones con el uso de las últimas tecnologías informáticas disponibles, y aplica a todos aquellos depósitos que cumplan la condición de haber iniciado su depositación y no haber comenzado la ejecución de su plan de cierre y que, a la vez, cuenten con al menos con una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable.
Una vez finalizado el proceso, podrán proceder entonces a contactar a compañías especializadas que puedan ayudarles en caso que, durante el proceso de fiscalización, se encuentren desviaciones en los parámetros que deban ser solucionadas en algún sector específico o lugares en donde haya escurrido el agua contaminada y haya causado daños a las superficies, como es el caso de Hidronor.
“Para llevar a cabo una correcta remediación de los terrenos que se vean contaminados por derrames superficiales o subterráneos de los relaves mineros, producto de la inestabilidad química del agua contenida en los mismos, realizamos un levantamiento del lugar tomando muestras y analizando las concentraciones como, por ejemplo, las de metales pesados, para así proponer la mejor alternativa de confinamiento o saneamiento posible, y desarrollar un plan de acción para el tratamiento in situ si es solicitado”, destaca Denisse Triviños, subgerente comercial de Hidronor.
Con empresas especialistas de este tipo, y cumpliendo los plazos establecidos por la SMA, las compañías mineras tienen entonces el panorama claro para comenzar a desarrollar las buenas prácticas exigidas, las que se espera que muy pronto comiencen a dar sus frutos y aporten a la sustentabilidad ambiental esperada.